Ucrania está empleando tácticas que recuerdan a los combates aéreos de la Primera Guerra Mundial para contrarrestar las incursiones de drones rusos, utilizando aeronaves como el Yak-52 para derribar drones enemigos. Este enfoque innovador ha generado comparaciones con combates aéreos históricos debido a la maniobrabilidad y velocidad requeridas para interceptar los drones. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha pedido más armas de largo alcance tras un mortífero ataque ruso en Zaporizhzhia, que resultó en siete muertes. El conflicto ha provocado significativas bajas civiles, con recientes ataques con misiles en el sur de Ucrania que causaron siete muertes y decenas de heridos. Rusia afirma haber contrarrestado derribando drones ucranianos en su territorio, resaltando los continuos enfrentamientos aéreos entre ambas naciones.
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